El Carnaval del Recuerdo y los problemas de siempre
Una vez más el evento más concurrido en época de carnavales se tomó las calles de Baranoa. El Carnaval del Recuerdo, en su versión número XXVI, a pesar de haber contado con la presencia de grupos folclóricos y representantes de otras municipalidades de la región, se vio infortunadamente opacado por situaciones ajenas a la misma labor.
Fuera de resaltar la majestuosidad y la innovación que cada año la Fundación Barrio Arte le imprime a este recorrido de aproximadamente tres kilómetros de largo, hay que destacar, aunque no sería un detalle digno de memorar, el recurrente y nocivo comportamiento de los asistentes a la vigésima sexta Batalla de Flores de la Región Caribe, cuya aparición parece natural en un evento de esta naturalidad y que impide el normal curso del mismo.
El Carnaval del Recuerdo se creció y Baranoa ya no da abasto para acoger un desfile que se asemeja a una mismísima Batalla de Flores en la Vía 40, sólo que sin Vía 40 ni Cumbiódromo lastimosamente. El municipio de Baranoa está en los ojos de los nacionales y departamentales y el Carnaval del Recuerdo es una de las razones. Y no es para menos, pues la Gobernación del Atlántico la ha incluido en su 'ruta carnavalera', una guía de los eventos más importantes del departamento en materia de festividades carnestoléndicas.
Hay que salvaguardar el Carnaval, pues cada año se convierte en un espacio de convergencia de multitudes y culturas, y no precisamente propias de la misma Región Caribe colombiana, lo que lo hace especial. Al Carnaval hay que asegurarle décadas más de vida y para eso, es imprescindible que se apliquen medidas.
Ya habiendo dicho que el Carnaval es una de las magníficas caras que muestra el quehacer de la cultura del Corazón Alegre del Atlántico, es importante que cada año no se improvise en cuanto al presupuesto destinado a dicha festividad. Quizá uno de los mayores problemas del desfile ha sido, y siempre será, que la idiosincrasia del baranoero nato no le permite estarse quieto en un lado, queriendo abarcar completamente la vía en el desarrollo de su propia cotidianidad. Qué magnífico sería poder apreciar un año, o mejor, siempre; un recorrido cubierto con vallas en su totalidad, facilitando así, el trabajo arduo que el comité logístico realiza cada año sin parar.
Pertinente también sería, una moderna adecuación o, en su defecto, una inversión millonaria en las calles empleadas por el recorrido, puesto que alguna de ellas no están en buen estado y eventualmente podrían ser causa de un accidente, como el que casi le ocurre a un participante del grupo 'Dimensión Plateada' (conocidos popularmente como 'zancos') a la altura de la carrera 13 con calle 14.
Para nadie es un secreto que la malla vial del municipio no está lo suficientemente apta para acoger un evento de esta magnitud. El ambiente no se prestó para que el desfile se gozara enteramente, pues a pesar de que los asistentes se les advirtió previamente que el recorrido no estaría acordonado con vallas, su colaboración y disposición no fue la esperada. Además, un percance ocurrido en la calle 17 cuando un carro alegórico presentó unas fallas que no le permitieron avanzar, detuvo el recorrido que apenas completaba la mitad del mismo, lo que conllevó a que la Fundación Barrio Arte tomara una decisión urgente que afectó a varios grupos. Se trató de una desviación de último momento para continuar con el recorrido y cumplirle a los asistentes.
Muy a pesar de los esfuerzos realizados por el grupo logístico, el desfile presentó un desfase de tiempo y, aunque el recorrido retomó, las condiciones establecidas hace horas, ya se habían perdido. Las personas inundaron las calles y no permitieron que los grupos que venían en el nuevo brazo separado del Carnaval del Recuerdo avanzaran. Fue una solución rápida y acertada, oportuna más que inconsciente; la desesperación del grupo logístico por hacer que los baranoeros siguieran disfrutando del magnífico desfile era más que evidente.
Al final, hay que resaltar la paciencia y tolerancia del mismo grupo logístico, quienes a pesar de recibir insultos y maltratos por parte del público, supieron sacar adelante el evento. La invitación es pues a entender y comprender la ardua labor que la fundación y su equipo técnico y logístico realizan cada año para llevarle la fiesta a más de 60.000 visitantes y habitantes mismos.
Comunidad baranoera, desprenderse de la fiesta del carnaval para ser hacedor del evento no es fácil, la preocupación y la presión que se aprecia en las caras de todos y cada uno de los hacedores del evento es más que evidente cada que los apreciamos en la calle. Respetarlos y comprenderlos no es una invitación, es más que lógico del comportamiento de un asistente a un evento, porque son ellos quienes nos guían, son ellos quienes nos traen estos magníficos eventos que nos entretienen, son ellos sin los cuales esta clase de fiestas no fueran posible.