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Presidente Nieto: un Caribe integral

De la nada, un gran hombre.

Los investigadores que se han dado la tarea de reconstruir la vida y obra de Juan José Nieto Gil han coincidido en un aspecto relevante; el desconocimiento del primer presidente afrodescendiente de la historia de Colombia es consecuencia de la discriminación que, históricamente y hasta la actualidad, ha sido víctima Nieto. Dicha situación, junto a la invisibilización, la vivió desde sus primeros años en la vida pública y durante el desarrollo de esta misma siempre estuvo presente.

El profesor Dolcey Romero Jaramillo, para la Revista Latitud, alerta sobre las preocupantes causas de la invisibilización, Romero (2014) afirma:

«No solo se silencia y se esconden los aportes de las personas afrocolombianas a la construcción material y simbólica de nuestro país, sino que se les reduce a simples objetos y casi nunca a la condición de sujetos históricos o agentes propiciadores de cultura».

La historia de Nieto y sus aportes para la política, la literatura y las ciencias sociales, son un claro ejemplo de lo planteado por Romero.

El maestro Orlando Fals Borda reconstruye la vida de Juan José Nieto en el libro titulado Historia Doble de la Costa II: El presidente Nieto. A través de la tradición popular y documentos que aportaron a su investigación, Fals Borda logra sacar del total anonimato al caudillo popular más brillante y sobresaliente del Caribe colombiano durante el siglo XIX, y así lo considera él mismo, al igual que Romero Jaramillo y otros investigadores más.

Según el relato «al pie de un frondoso árbol de matarratón en la Loma Muerto, en Sibarco, corregimiento de Baranoa, Atlántico; el 24 de Junio de 1804 nace el hijo del curandero, partero y albañil, Don Tomás Nieto y de Doña Benedicta, en los primeros años Juan José vivió con su familia en una casa diagonal a la iglesia de Santa Ana en Baranoa» (Fals Borda, 2002, p. 33A). Hoy en día, dicha casa hace parte del inmueble donde funciona la Alcaldía Municipal del municipio en mención, allí transcurrieron los primeros años del futuro caudillo.

Todos los investigadores, inclusive Fals Borda, apuntan a que Nieto Gil fue un autodidacta, aprendió a leer y escribir por sí solo, esto le permitió entablar relaciones muy exitosas apenas llegó a Cartagena, donde consolidó su formación académica. Allí, admirado por la cultura europea, especialmente por la francesa, trató de aprender el idioma galo leyendo clásicos de literatura para esa época (Fals Borda, 2002). Asimismo, leyó textos dedicados a la lucha de los más pobres, sobre la defensa de los derechos de los ciudadanos y otros grandes trabajos franceses, entre esos ¿Qué es la propiedad?, de Proudhon, y El Consejero del Pueblo, de Lamartine, todo esto alimentó su espíritu de liderazgo que se hizo evidente años más adelante.

El político del pueblo, el político liberal.

Desde sus inicios públicos, Nieto Gil declaró su simpatía y admiración por el General Francisco de Paula Santander, todo esto en el contexto de la lucha que se vivía en Cartagena, donde los bolivianos ―seguidores de Bolívar― y antibolivianos ―seguidores de Santander y las ideas federalistas― se enfrentaban unos a otros. Fals Borda cuenta que «a los ojos de Nieto, Bolívar se había convertido en tirano» (Fals Borda, 2002, p.39A) y grandes sectores de la sociedad cartagenera pensaban igual. Fue entonces cuando en 1829, Nieto se declara abiertamente antiboliviano y santanderista. Para 1834 publicó uno de sus primeros trabajos, un folleto donde se evidencia su estilo demócrata y que llevó por nombre Derechos y Deberes del Hombre en la Sociedad, en el cual aclaró que los derechos y deberes, aunque estaban demarcados en la Constitución, no todas las personas tenían acceso a esta (Nieto, 1834). Lo que quería Nieto era que la gente del común fuese también consciente y lucharan por sus derechos al igual que asumieran sus deberes. El historiador Javier Ortiz Cassiani, en un artículo para El Espectador, afirma que en dicho folleto, Nieto Gil «muestra abiertamente su defensa del sistema liberal republicano y su rechazo a las pretensiones monarquistas» (Ortiz, 2009).

Poco tiempo después, en 1836, y con ayuda de sus amigos artesanos galleros, Nieto Gil logra ocupar el cargo de diputado en la Cámara Provincial de Cartagena, desde donde redactó un anteproyecto de Constitución Federal y Fals Borda no duda en afirmar que el único argumento para negarla, fue que Nieto era «pardo ignorante». Esta misma razón discriminatoria y elitista de la sociedad cartagenera le impidió más adelante llegar a la Cámara Nacional de Representantes, sin embargo, dicha tarea solo le costó unos años más (Fals Borda, 2002). Lo único que logró todo esto fue impregnarle ganas y motivación al mismo Nieto.

Siendo gobernador de la Provincia de Cartagena, alcanza uno de sus más grandes logros: la abolición de la esclavitud. No obstante, a pesar de las críticas, Nieto se plantó firme en la lucha y el primero de enero de 1852, frente a una multitud, declaró la abolición de la esclavitud.

«Mis hermanos, desde hoy se acabaron los esclavos en la Nueva Granada; y es por eso que los saludo en este día, el más solemne, el más bello que ha tenido la República… es el día en que ha desaparecido para siempre entre nosotros el odioso título de señor y de esclavo, y que ninguno de nuestros hermanos llevará más colgada de su cuello la poderosa y negra cadena de la servidumbre». (Romero, 2014)

Con estas palabras y en un enérgico discurso, se escribió una de las páginas más importantes en la vida de Nieto y en la historia de Cartagena.

El tres de Julio de 1860, Nieto separó el Estado de Bolívar que gobernaba de los Estados Unidos de la Nueva Granada, todo esto para unirse a Tomás Cipriano de Mosquera, quien desde el sur de la nación se había levantado contra el gobierno centralista de Mariano Ospina Rodríguez. Nieto en el norte y Cipriano en el sur buscaban unir ambos territorios, son embargo, ante la demora de este último en llegar a Bogotá, el 25 de enero de 1861 Juan José Nieto Gil, a través de un decreto, asume la presidencia de los Estados Unidos de la Nueva Granada, allí mismo determinó como capital a Cartagena.

«Me declaro desde hoy en ejercicio del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos de Nueva Granada con el título de “Presidente de la Unión”, en cuyo desempeño estaré hasta que haya constancia oficial de haberse encargado del mismo poder el ciudadano Tomás Cipriano de Mosquera, y esté franca la comunicación de los Estados de la Costa con él» (Fals Borda, 2002, p.157A).

Así lo declaraba el decreto que Fals Borda referencia en su investigación, el periodo de presidencia de Juan José Nieto terminó el 18 de junio del mismo año, cuando Cipriano Mosquera asumió la presidencia.

En todo su actuar público, Nieto fue un gran comunicador, pues a través de folletos mantenía informado a sus seguidores y a toda la sociedad de la época. Sus constantes publicaciones le permitieron mantener, en todas las circunstancias necesarias, el apoyo irrestricto del pueblo.

El genio escritor.

Juan José Nieto fue un magnifico escritor para diversas artes y ciencias. Sus aportes a la literatura inician en 1844 cuando publicó, según consideran algunos expertos, la primera novela colombiana, Yngermina o la hija de Calamar, donde Nieto realiza unos aportes sobre el origen del mestizaje y cómo estaba organizada la estructura social de la época. El primer novelista de la nación cuenta los amores entre en un español y una princesa indígena, además, Nieto detalla con pasión los acontecimientos históricos, sociales, políticos, culturales y económicos de la época.

Más adelante publica otras obras como Los Moriscos, Rosina y Diccionario Mercantil Español - Inglés, siendo este último de amplia circulación y utilidad para el comercio. Además, es autor de varias piezas teatrales, entre ellas El hijo de sí propio, obra que reconstruía el origen humilde del propio Nieto. También fundó dos periódicos, El Cartagenero y La Democracia. Es así como por todo el país circularon miles de ejemplares de La Democracia y, detrás de esta gesta gloriosa, estaban Nieto y Núñez, quien tiempo después también fuese presidente. Sí, «el negro pardo», como le llamaban sus detractores, fue un genio novelista que aprendió a hablar español, inglés y francés, capaz además de generar opinión en toda la región a través de la prensa escrita.

Origen de la investigación social en el Caribe.

Como ya se afirmó anteriormente, la obra de Nieto realiza aportes a distintas ciencias y artes, pero sin duda alguna su trabajo se convirtió en el inicio de las ciencias sociales en la región, especialmente con Geografía histórica, estadística y local de la provincia de Cartagena, publicada en 1839. Fals Borda (2002) afirma que «esta obra no es solo la primera geografía regional que se escribió en el país, sino que contiene descripciones generales de costumbres, datos políticos y económicos que anticipan el tratamiento sociológico posterior» (p.54B). El sociólogo más importante del país en los últimos años y uno de los más grandes del continente, le entrega el concepto de «pre-sociológico» al trabajo realizado por Nieto, no sin antes hacer la salvedad de que estos estudios prematuros no cuentan con la rigurosidad científica como el mismo Nieto lo admite, pero que se convierten en los estudios sociales pioneros en la región.

Por otra parte, Alfonso Múnera, director de la Biblioteca del Bicentenario de la Independencia de Cartagena, en el prólogo de la segunda edición de Geografía histórica, estadística y local de la provincia de Cartagena, afirma que entre los logros de Nieto se encuentra la descripción detallada de los pueblos que integran dicha geografía, sin contar el esfuerzo de Nieto de dar datos históricos y estadísticos, algo jamás antes visto de él. De igual manera, hace alusión a las observaciones acerca del comportamiento social y las expresiones culturales de los habitantes de cada de población (Múnera, 2011), lo cual, dentro del contexto es relevante, pues significa es el origen de los estudios sociales y el nacimiento de la sociología en el caribe colombiano. Dado a que esta ciencia apenas estaba naciendo en Europa, Nieto no era consciente del magnífico trabajo que hacía, sin embargo, él ya realizaba pequeños estudios que se pueden catalogar de este tipo. Por otro lado, es apenas normal encontrar errores en sus investigaciones, pero juzgar a Nieto por este tipo de situaciones seria equívoco. No obstante, estos errores no minimizan los aportes que Juan José Nieto entregó en Geografía histórica, estadística y local de la provincia de Cartagena.

El mismo Nieto (2011), hace la salvedad en el prólogo que él mismo escribe, donde el caudillo menciona lo siguiente: «después de bastantes obstáculos superiores a mi inteligencia pero vencidos por mi perseverancia, he conseguido tocar el termino de mi tarea, cuyo resultados es la geografía que presento al público, implorando su indulgencia por cuantos errores pueda contener» (p.I). Igualmente, en el mismo prólogo manifiesta sus fuentes y técnicas de recolección de la información, de esta manera Nieto (2011) nos acerca a su metodología de investigación social:

«…haciéndome á memorias y manuscritos de una remota y respetable antigüedad; si no me he procurado la mayor parte de las noticias, sacrificando ciertas horas del día por un periodo considerable en registrar los fragmentos preciosos de los archivos municipales y otras oficinas…con los conocimientos que tengo de muchos pueblos de la provincia, y además, con algunos informes de ciudadanos de crédito que saben el lugar que habitan…» (p.I).

Tal como lo afirma Fals Borda (2002) “Nieto utilizó así, de manera rudimentaria, técnicas de investigación que hoy han vindicado y asimilado las ciencias sociales” (p.54B).

Lo que realizó Nieto en Geografía Histórica, Estadística y Local de la provincia de Cartagena, son claros estudios sociales, cercanos a una sociología, pues se dedicó durante un tiempo a visitar distintos pueblos, donde entrevistó, observó y describió a sus habitantes, ¿no es esto entonces etnografía? Nieto mostró originalidad en esta obra que es evidentemente una investigación social de riqueza metodológica para la época, en esto coinciden diversos investigadores incluido el mismo Fals Borda, puesto que es palpable que Geografía histórica no es una simple geografía histórica, sino que también realiza descripciones interesantes.

De la provincia de Cartagena, lugar donde se desarrolla su vida pública, cuenta que «los habitantes son heterogéneos, y su carácter es afable y hospitalario en lo laborioso, varía según el clima y la abundancia de producciones naturales que protejan su inacción» (Nieto, 2011, p.4). Solo en esta frase es visible la intención de relacionar el comportamiento social con el clima, al igual que la descripción que hace de las personas al catalogarlas de «heterogéneas». Por otra parte, a la sociedad cartagenera la describe como «habitada por personas hospitalarias, de genio franco y festivo. Son muy apasionados al baile, y no les falta el espíritu de la empresa» (Múnera, 2011, p.V). Allí hace énfasis en aspectos netamente culturales, el baile y el valor del mismo en la sociedad cartagenera, esto es, claramente, indicios de etnografía.

Es admirable cómo Nieto (2011) desarrolla estudios sociales. En el caso de Barranquilla, hace alusión al carácter cultural de la ciudad y hace énfasis a su característica pluricultural al afirmar que esto se debe «al frecuente trato con extrangeros y el egercicio del comercio» (p.47). Entonces, es de inferir que para Nieto las relaciones económicas y sociales aportaban a la consolidación de la identidad cultural de los barranquilleros. Mientras, de Soledad cuenta la fama por las hermosas mujeres que, aparentemente, son de carácter serio y preocupado, en todas ellas y todos los soledeños hay un genio, amable, hospitalario, laborioso y activo (Nieto, 2011). A Sabanalarga la describe como cultural y muy afín a la Ilustración, esta característica, según él, es única en la región (Nieto, 2011). Para llegar a estas conclusiones era necesario que Nieto se dedicara a observar y posteriormente describir toda esta realidad social en la cual estaba inmerso.

De cada parroquia, caserío o pueblo de toda la provincia, Nieto presenta datos estadísticos, geográficos económicos e históricos, al igual que una descripción de las características sociales de la población. Es evidente el interés por las costumbres y tradiciones de cada localidad, puesto que trata de reseñar su origen en la historia y la importancia que para aquella época tenían.

El origen de ese interés de Nieto por la costumbres también fue evidente cada vez que desde el interior del país venía un comentario despectivo de las costumbres y la cultura del caribeño, fue un férreo defensor de la cultura de la época y de las particularidades de la idiosincrasia de sus coterráneos.

Nieto fue quien generó las primeras recopilaciones de datos demográficos, geográficos, históricos, antropológicos, económicos y sociológicos, al mismo tiempo que dio los primeros pasos para consolidar en una concepción la identidad costeña (González, 1997).

Geografía histórica, estadística y local de la provincia de Cartagena es el resultado de una investigación que realiza Juan José Nieto utilizando valiosas técnicas de investigación, como ya se reseñó. Es evidente que dicha obra es un trabajo etnográfico, se encargó de estudiar todos los pueblos de la antigua provincia de Cartagena.

La traducción etimológica de la palabra etnografía equivale a ‘descripción del pueblo’, y eso lo realizó Nieto Gil; una descripción de las características que observó en las sociedades de cada uno de las parroquias, caseríos y poblaciones, allí específicamente, observó las prácticas culturales y su vida cotidiana. De la misma forma, Nieto realizo observación participante, pues se adentró en el contexto de las poblaciones, las visitó, compartió con los habitantes que eran los investigados, con quienes intercambió experiencias y su vida cotidiana. Para conocer directamente su propia realidad, Nieto observó e interactuó con ellos. Así mismo lo reseña Fals Borda (2002): «utilizó así, de manera rudimentaria, técnicas de investigación que hoy han vindicado y asimilado las ciencias sociales» (p.54B), técnicas que él mismo admite haber utilizado para desarrollar su obra Historia doble de Costa.

El orgullo de ser negro, el orgullo de ser costeño.

En torno a la vida de Nieto y su posterior muerte ha surgido una historia relacionado con el envío a la ciudad de París, para ser blanqueado, el cuadro del primer presidente afrodescendiente de la historia en Colombia. En una entrevista concedida a Gonzalo Guillén en el 2008, Fals Borda cuenta que:

«Para que fuera retocado a la manera de un mandatario francés, el mismo que de retorno se colocó en los salones del Museo Histórico de Cartagena, hasta cuando fue retirado en 1974, luego de una restauración que no fue aprobada por los académicos de la ciudad» (Guillén, 2008).

Por el inconformismo con la restauración del cuadro, este fue a parar a las mazmorras del Palacio de la Inquisición de Cartagena, todo esto lo argumenta Moisés Álvarez, director del Museo Histórico, en un diálogo con Guillén, cuando dice que «Cartagena era muy elitista y Nieto no era de aquí'» (Guillén, 2008). Lo mismo hace Fals Borda cuando dice que su hipótesis es la de que «a Nieto lo excluyen por negro y por costeño» (Guillén, 2008). Ambas afirmaciones fueron entregadas a Gonzalo Guillén, periodista e investigador colombiano, él ha sido el heredero de la lucha por la reivindicación del papel de Juan José Nieto Gil. Antes de morir, Orlando Fals Borda le pidió a Gonzalo Guillén que luchara inalcanzablemente por ver el cuadro de Juan José Nieto en la Casa de Nariño, donde siempre ha debido estar, al igual que la memoria de este gran hombre sea sacada del olvido y la invisibilización. Guillén cumplió, fue mientras rodábamos un documental en toda la costa sobre Nieto, la mágica historia del genio negro y costeño, que el presidente Juan Manuel Santos accedió, a solicitud del periodista, a incluir a Nieto como legítimo presidente de esta nación racista.

El papel de Juan José Nieto Gil, cuya muerte ocurrió el 16 de julio de 1866 en Cartagena, y su posterior legado, como sueño de Fals Borda; debe reivindicarse; es necesario que la sociedad colombiana y latinoamericana conozca la dimensión del primer presidente negro en la historia de Colombia. Sus aportes a distintos sectores son incalculables, también es deber de las ciencias sociales y humanas, en Colombia y en Caribe, reconocer a Nieto como pionero en estudios de este tipo, fuera de los errores que pudo cometer que ya él mismo pidió indulgencias por los mismos, solo basta colocar su nombre y su obra donde siempre han debido estar, en la cúspide como uno de los grandes hombres de la historia local.

Nieto es un integro símbolo de la Afrocolombianidad y de la Región Caribe. Detrás de un gran político y escritor, se esconde un hombre sin matices, a quien solo era posible amar u odiar, fue un hombre de altura en su pensamiento y de un neto temperamento costeño, como lo describe Eduardo Lemaitre. Constituye entonces el carácter caribeño, es quien da origen y representación a la región Caribe, como ente geográfico, político y sociocultural, tal como lo afirma Gustavo Bell Lemus.

El reconocimiento de Nieto llega tarde, pero nunca será tarde para honrar al genio escritor y político que transformó y seguirá transformando la forma de pensar de muchas generaciones.

¡Viva Juan José Nieto!

¡Viva la Afrocolombianidad!

¡Viva la Región Caribe!

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